domingo, 4 de octubre de 2009

¿ Serpiente, culebra o víbora ?

Todos nos hemos planteado en alguna ocasión esta pregunta y sin embargo, la respuesta es más sencilla de lo que parece: No existe ninguna diferencia entre las serpientes y las culebras, puesto que el género colubridae (al que pertenecen las culebras) es una de las familias del suborden Serpentes. Sin embargo, sí que hay importantes diferencias entre la familia colubridae y la familia viperinae (a la que pertenecen las víboras).

Serpientes
Las serpientes se caracterizan por la ausencia de patas y un cuerpo muy alargado. Se desplazan mediante ondulaciones laterales del cuerpo.
Como todos los reptiles y anfibios, son poiquilotermos, es decir, que la temperatura de su cuerpo depende de la temperatura exterior.
Su piel está recubierta por escamas. Tienen el cráneo modificado para permitir una enorme abertura de sus mandíbulas, lo que les permite la deglución de grandes presas enteras. Sus dientes son agudos y curvados hacia atrás. Algunos han sido adaptados para la inoculación de veneno.
Su esqueleto contiene muchas vértebras, 200 en las víboras y hasta 400 en las pitones (frente a las 33 o 34 del ser humano).
En cuanto a los sentidos, su visión es limitada. Sobre todo está enfocada a la detección del movimiento, aunque en algunas especies está acompañada de pequeños orificios receptores de infrarrojos que detectan el calor emanado por los seres vivos.
El sentido del oído parece también reducido, aunque son extremadamente sensibles a las vibraciones del suelo, transmitidas a través de los huesos de su mandíbula.
Las serpientes huelen a través de su nariz. La lengua bífida, transporta las partículas del aire al órgano de Jacobson en la boca, para su examen.
En la península ibérica existen cinco especies de serpientes venenosas: tres víboras (víbora áspid, víbora hocicuda y víbora de Seoane) y dos culebras (culebra bastarda y culebra cogulla), aunque la mordedura de éstas dos últimas es menos peligrosa ya que sus colmillos se encuentran situados en la parte posterior de la mandíbula y el veneno que inoculan es menos nocivo.
Es de destacar que generalmente no atacan al hombre, si no que muy al contrario huyen ante la presencia humana, a no ser que se sientan amenazadas.
En el Delta del Llobregat el único representante potencialmente venenoso es la culebra bastarda, muy común en nuestro paisaje, pero completamente inofensiva, a no ser que sea molestada.

Culebras
Las culebras se caracterizan por tener un cuerpo esbelto y alargado, pudiendo alcanzar los 2,5 metros de longitud (en el caso de la culebra bastarda).
Su cabeza es ovoide, con pupilas redondeadas y el cuello poco marcado y está cubierta por placas cefálicas grandes. Su hocico también redondeado, y se encuentra al mismo nivel. Los colmillos son fijos y están situados en la parte posterior de la boca.
En cuanto a su comportamiento y costumbres, son más agresivas y de movimientos más rápidos que las víboras. En general, suelen ser de actividad diurna.

Víboras
Las víboras son famosas por su veneno, probablemente el más potente entre los animales europeos. Se caracterizan por tener un cuerpo robusto, con un dibujo en forma de zig-zag en el dorso y una cola corta y diferenciada. Generalmente no sobrepasan el metro de longitud.
Tienen la cabeza aplanada y ancha, en forma de lanza y cubierta de pequeñas escamas superpuestas.
Sus pupilas, a diferencia de las culebras son elípticas y trazadas verticalmente.
Disponen de dos grandes colmillos retráctiles, situados en la parte delantera de la boca, con los que inoculan el veneno a sus presas y de fosetas termosensibles, para detectar a sus presas (termolocalización).
En cuanto a su comportamiento y costumbres, podemos decir que son lentas y pacíficas, si no se las molesta y de actividad mayoritariamente nocturna.
Como anécdota podemos citar que durante las guerras púnicas fueron utilizadas como armas, al ser lanzadas a los buques enemigos durante las batallas navales y que hasta el siglo XVII, su uso era “corriente” como ponzoña para invitados indeseados.

Cómo actuar en caso de mordedura
Ante todo, debemos mantener la calma, pues no todas las serpientes son venenosas y en algunos casos, las mordeduras no presentan inoculación de veneno (mordedura seca).
En caso de aparición de síntomas de envenenamiento, como inflamación, dolor intenso local o generalizado, náuseas o vómitos, debemos trasladar al afectado a un centro sanitario lo antes posible, teniendo en cuenta las siguientes actuaciones:
1.- Mantener en reposo al accidentado, inmovilizando la zona afectada a un nivel más bajo que el corazón.
2.- Sacar los anillos, pulseras, relojes y prendas que puedan apretar y lavar la herida con agua y jabón. Después aplicar un antiséptico que permita la observación de posibles variaciones.
3.- Aplicar frío local moderado para retardar el efecto del veneno.
4.- Si el dolor es intenso, podemos tomar un analgésico, tipo paracetamol, que no contenga salicilatos (tipo aspirina).
Hay que recordar que una descripción detallada de la serpiente causante ayudará a que el tratamiento sea más rápido y eficaz.

2 comentarios:

  1. Gracias por escribir el artículo, me gustaría conocer tus fuentes para continuar indagando.

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  2. Muy bueno eso sirve para las personas sin conocimiento es las serpientes y como actuar y diferenciar otras especies no venenosas para no matarlas

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