domingo, 20 de enero de 2013

SOMORMUJO LAVANCO (Podiceps cristatus)


El somormujo lavanco, conocido también como somormujo crestado, es un residente habitual del delta del Llobregat, donde cría de forma regular. Su esbelta figura, junto a su llamativo plumaje, lo convierten en una de las aves más bellas de la península Ibérica; y a ello hemos de añadir su espectacular cortejo nupcial, donde macho y hembra se entregan a una danza ritual llena de simbolismo, armonía y sensualidad. De costumbres acuáticas, es un excelente buceador y pescador, poco dado a emprender el vuelo, si no es en período migratorio.

MORFOLOGÍA
El somormujo lavanco es una ave de mediano tamaño, a pesar de ser la especie de mayor envergadura de la familia de los somormujos –unos 48 cm aproximadamente-.  Presenta una figura esbelta, con largo cuello, cola corta, pico puntiagudo, alas estrechas, patas y pies de color verde amarillento y ojos de color carmesí. Ambos sexos son muy similares, sin dimorfismo sexual aparente. A partir del mes de diciembre, vestidos ya con sus galas nupciales, son inconfundibles: destacan 2 mechones en la cabeza, como moños, de color negruzco, y dos grandes golas en el cuello de color castaño, ribeteadas de negro. Las partes superiores son de color pardo negruzcas  o grisáceas, la garganta, cuello, pecho y vientre, de color blanco; y los flancos con tonos acastañados. Fuera del período nupcial, el plumaje es más apagado, prácticamente en blanco y negro; el pico es rosado, en lugar de pardo oscuro, sin golas y con los moños más pequeños. Los ejemplares jóvenes presentan un plumaje críptico, con franjas negras y blancas en cabeza y cuello.

Somormujo lavanco con el plumaje hivernal 


DISTRIBUCIÓN
El área de cría del somormujo lavanco abarca Europa, Asia, Australia y Nueva Zelanda. En España, nidifica en la mayor parte de la península Ibérica, estando ausente en las islas Baleares y Canarias. Su hábitat predilecto lo constituyen las aguas continentales con vegetación profusa y abundancia de presas: lagunas, embalses, grandes remansos de ríos, zonas costeras o fosas inundadas. En invierno, las poblaciones autóctonas se ven incrementadas con la llegada de individuos hivernantes procedentes del norte de Europa.
ALIMENTACIÓN
El régimen alimentario de esta especie es omnívoro, comprendiendo sobre todo, peces, crustáceos e insectos, que captura en sus inmersiones; y también, aunque en menor grado, materia vegetal.



COSTUMBRES
El somormujo lavanco muestra un aspecto muy torpe y pesado en tierra que contrasta con su gran capacidad voladora y, sobre todo, buceadora; que le permite permanecer sumergida hasta tres minutos. Es una especie solitaria o poco gregaria que se dispersa una vez ha llegado a su destino, formando parejas o pequeños grupos hivernantes. De costumbres acuáticas, rara vez emprende el vuelo, salvo en época de migración; y cuando lo hace, necesita de una larga carrera sobre el agua para poder elevarse.
REPRODUCCIÓN
A partir del mes de marzo, los progenitores comienzan la construcción de un nido flotante sujeto a la vegetación ribereña, o sobre el lecho acuático; donde la hembra deposita entre 3 y 6 huevos de color blanquecino y tamaño y forma irregular, que pronto se oscurecen al contacto con las plantas que los acomodan. La incubación, que dura unos 28 días, es realizada por ambos sexos, que también colaboran en las tareas de alimentación y cuidado de las crías. Los pollos abandonan el nido a las pocas horas de nacer, viajando a lomos de sus padres, ocultos entre sus alas, incluso cuando éstos se sumergen en busca de alimento. A las seis semanas, ya son capaces de bucear, y a las diez, pueden independizarse y procurarse el alimento por sí mismos. El somormujo lavanco realiza una única puesta anual, entre los meses de abril y septiembre; aunque en el caso de que la nidada se pierda, pueda efectuar una nueva puesta de reemplazo a los quince días.

Jóvenes somormujos con su progenitor 


CORTEJO NUPCIAL
Con la llegada de la primavera, comienza el fascinante cortejo nupcial del somormujo lavanco, que se repetirá en numerosas ocasiones durante el período reproductivo.  Macho y hembra, emparejados para siempre, estrechan lazos ofreciéndose regalos y llevando a cabo una encantadora danza ritual que renueva su compromiso procreador. Se sitúan uno frente al otro, con la cresta y la golas erizadas, y balancean la cabeza de un lado a otro. En ocasiones, nadan con el cuello arqueado hacia delante, casi tocando el agua, se alzan en el agua tocando pecho contra pecho y se ofrecen plantas acuáticas como símbolo de compromiso.

Detalle del cortejo nupcial 


FACTORES DE AMENAZA
El somormujo lavanco está catalogado en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como especie de Preocupación Menor, por su elevado número de ejemplares. En España, aparece como “no evaluado” en el Libro Rojo de las Aves de España (2004). Las principales amenazas a las que está sometido son: la caza incontrolada, la pérdida de hábitats naturales, la depredación por parte de otros animales –córvidos, fundamentalmente, o lucios, que atacan a las crías-, variaciones en el nivel del agua que pueden frustrar la nidada, contaminación del agua, o molestias en época de cría, ya sean provocadas por humanos o por el ganado.



CURIOSIDADES
En el siglo XIX, esta especie fue cazada en el Reino Unido hasta casi provocar su extinción por las plumas de su cabeza, que eran empleadas para decorar sombreros de gente sin escrúpulos. Como dice el refrán: “Lo que es moda, no incomoda”.





REFERENCIAS: