miércoles, 2 de diciembre de 2009

Calendario natural del delta: Diciembre

Diciembre es el doceavo y último mes de nuestro calendario gregoriano. Es un mes íntimamente marcado por la llegada de las fiestas navideñas. Es un mes de ilusiones, de reuniones familiares, de grandes banquetes, de compras compulsivas a última hora. Un mes, en definitiva, para permanecer resguardado, al calor de una chimenea, disfrutando de la hermosa costumbre de regalar y abrir regalos.
Los días continuarán menguando hasta alcanzar el solsticio de invierno, día 21 de diciembre a las 18:00 horas, cuando dará comienzo en nuestro hemisferio norte la estación invernal. Mientras tanto, en el hemisferio sur, celebrarán la llegada del verano, vestidos con ropa de baño.
Los días 11, 12 y 13 de diciembre, tendrá lugar en el recinto de Cal Gana del Prat de Llobregat, la 36 Fira Avícola de la Raça Prat, en la que se darán cita los mejores ejemplares de nuestra raza autóctona, los conocidos potes blaves.
Asimismo, podremos disfrutar de degustaciones, espectáculos, exposiciones y comercios, donde realizar las compras destinadas a la campaña navideña que se avecina.
Refranero popular:
- Amanecer y anochecer, en diciembre son casi a la vez.
- Diciembre es un viejo que arruga el pellejo.
- En diciembre cantan las niñas: Dios bendice la paz y prohíbe las riñas.

Climatología
Durante este mes de diciembre, el clima del Delta del Llobregat se caracteriza por presentar temperaturas templadas junto a un ambiente relativamente húmedo.
Aún son posibles las formaciones de frentes más o menos activos, en la superficie del mar, aunque cada vez con menor tendencia.
Es tiempo de días fríos, brillantes y transparentes si son soleados, de días grises por la acumulación de nieblas persistentes, de frentes fríos que nos traen tormentas del lejano norte, de nieblas matutinas y por qué no, de albas y crepúsculos vestidos de mil colores.
Es un mes de cambios constantes: cada día puede ser contrario al precedente y diferente al posterior. No hay que olvidarse nunca de mirar por la ventana, antes de salir de casa.
En el ámbito rural, más que a las lluvias, ahora hay que temer a los cielos rasos y sobre todo, a la posibilidad de las temidas heladas nocturnas.
Para los amantes de la astronomía, este mes también podremos deleitarnos con una lluvia de estrellas. En este caso, las denominadas Gemínidas, que este año se verá favorecida por la ausencia de luna.
La actividad meteórica tendrá lugar entre los días 7 y 17 de este mes, aunque se prevé que el punto culminante se produzca durante la madrugada del día 14 de diciembre.
Las Gemínidas destacan por ser meteoros de velocidad moderada con una gran variedad de colorido en sus trazos. Se estima que podrán observarse unos 100 objetos por hora.
Las Gemínidas, al contrario que la mayoría de lluvias de estrellas, no están producidas por un cometa sino por un asteroide, el denominado Phaethon 3200, al que muchos astrónomos consideran el núcleo de un cometa extinto que podría haber chocado con otro asteroide en la antigüedad.
Para los amantes de las profecías, destacar que este asteroide es considerado como potencialmente peligroso, ya que su órbita pasa a tan sólo unos 3 millones de kilómetros de nuestro planeta y mide, aproximadamente, unos cinco kilómetros de diámetro, casi la mitad del tamaño del cometa que provocó la extinción de los dinosaurios hace unos 65 millones de años.
Refranero popular:
- En diciembre sale el sol con tardura y poco dura.
- En diciembre, no hay valiente que no tiemble.
- En diciembre, leña y duerme.
- Si llueve por Santa Bárbara, llueve cuarenta días y una semana.
- Diciembre mojado, y año acabado.

Cultivos
En el ámbito agrícola, continúan sin descanso las labores de siembra y recolección en la huerta deltáica.
Las últimas parcelas vacías se llenarán de color y sabor, con la plantación de ajos, rábanos, espinacas, berros, escarolas y lechugas, mientras se preparan en cajones los planteles de tomates, que nos deleitarán la próxima temporada.
Durante este mes continuará, a buen ritmo, la recogida de hortalizas como: acelgas, lechugas, coliflor, brócoli, repollo, puerros, cebollas, espinacas y el aromático apio de Navidad, muy apreciado en nuestra comarca. Pronto se llenarán también nuestras despensas con las habas y alcachofas, que ahora maduran en nuestros campos.
Es tiempo también de recolectar las aceitunas o los apreciados cítricos, como la naranja, la mandarina o el limón.
Con la llegada del frío, se inician las labores de poda, injertos y nuevas plantaciones de frutales.
Refranero popular:
- En diciembre, la tierra se duerme.
- En diciembre se hielan las cañas y se asan las castañas.
- Por Santa Lucía, vuelve el aceite a la oliva.
- Cuando en diciembre veas nevar, ensancha el granero y el pajar.

El medio natural
Durante este mes marcado por la llegada del invierno, la mayor parte de la naturaleza reposa sumida en el sueño del letargo.
La vida vegetal está casi paralizada: Las savias duermen, las yemas permanecen endurecidas y las semillas en estado de latencia.
En el mundo animal, mamíferos como el erizo, los murciélagos o el lirón careto, así como reptiles y anfibios se suman también a este estado de reposo, hibernando hasta la llegada de la primavera. En cuanto suban las temperaturas, allá por febrero o marzo, volverán a aparecer.
Pero, a pesar de que la naturaleza parece atemperar su ritmo, hay mucha más vida a nuestro alrededor de lo que parece a simple vista.
Durante el mes de diciembre madura el fruto rojizo del madroño, durante un año entero incubado y por fin listo para ser recolectado. Será ahora también, cuando aparezcan sus bellas flores campaniformes, que se transformarán en los frutos del año venidero.
Las aceberas, en la actualidad protegidas, muestran orgullosas, sus vistosos frutos de color púrpura. También fructificarán en esta época de escasez la hiedra y el muérdago.
Acompañado por los rigores invernales, comienza el celo de los zorros, que culminará en el mes de mayo, con una numerosa camada, de hasta 12 cachorros.
Las fuertes heladas acabarán con la vida de los últimos insectos.
Y mientras otros anfibios duermen ocultos en el fango, el sapo partero transporta pacientemente los huevos de su prole a la espalda, hasta el momento de la eclosión, cuando con todo cuidado los depositará en el agua.
Refranero popular:
- En diciembre, el pastor y el labriego descuidan las ovejas y atizan el fuego.
- Por San Silvestre, la última fruta y la primera flor.

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